viernes, 12 de agosto de 2011

Capítulo 4


Ibamos en el coche, hablando y contandonos todo lo que habíamos hecho durante todo este tiempo. Aún ibamos algo mojados por el baño que habíamos tomado en el lago. Subí las piernas al asiento y encendí la radio.

-Londres te va a encantar ya verás.- Dijo Josh sonriendo atento a la carretera.
-Seguro que sí, tengo unas ganas de llegar ya, quiero que me lleves a ver London Eye, que no lo he visto nunca.
-Sí sí, pero primero tenemos que ir a casa que nos tenemos que duchar, que mira como vamos de chopados del lago.
-Pues corre! Que quiero ver ya el London Eye!
-Tranquila, princesa, ya estamos llegando.
-Nunca me has llamado princesa.
-Pues ahora sí, porque te he rescatado de las zarpas malditas de el ogro que vive en el castillo encantado!
-Y se supone que el ogro es el director del internado y el castillo encantado es el internado ¿no?
-Afirmativo.
-Estás loco-Dije negando con la cabeza y riendo.
-Mira! Estamos llegando!-Dijo señalando una señal gigante donde ponía LONDRES.
-Aaaaaaaah! Que ya estamos llegando!-Dije gritando.
-No grites mujer, que se te escucha desde la otra punta de la autopista.
-Pues que se me escuche! Porque estoy con el hombre de mi vida y estoy yendo al lugar de mis sueños! ¿No es motivo suficiente para que grite?Yo creo que sí.

Josh se rió y le puso más volumen a la radio. Se escuchaba una entrevista por la radio de un tal grupo que se llamaba masflan o marraflai o algo así. Se escuchaban risas, pero entre ellas destacaba una muy escandalosa, juraría haberla escuchado antes en algún sitio, pero no sabía exactamente de que me sonaba.

Cuando me dí cuenta Josh ya había parado el coche en frente de un edificio con un montón de plantas, mas o menos habrían unas 7 o 8.

-Hemos llegado princesa.

Josh bajó del coche y me  abrió la puerta ayudandome a bajar, bajamos las maletas y entramos en aquel edificio tan grande.
Era blanco por dentro con las paredes llenas de espejos y varios pilones por medio, paramos en la puerta del ascensor y entramos, también era blanco y tenía otro espejo en su interior.

Josh le dió al botón numero 5, tran un par de minutos para subir, se abrieron las puertas, más blanco ¿No había otro color? No, blanco todo blanco.

Josh fue hacia la puerta número 35, la abrió y por fin, no había blanco, era un color verde manzana precioso.

-¿Te gusta?- Preguntó Josh impaciente
-Es precioso Josh, me encanta.
-Esto te va a gustar más.- Se dirigió al balcón y lo abrió.
Se podia ver el London Eye a lo lejos con varios edificios altos por delante.
-Dios, no tengo palabras para describir como me siento ahora, soy la mujer más feliz del mundo.- Dije lanzandome a su cuello y besandole con ganas.-Bueno, enseñame un poco todo esto.
-Bueno, este es el salón, como puedes ver- Se metió por un pasillo largo-Esta es nuestra habitación, y esa de ahí, es la de invitados, es bastante grande hay dos camas individuales y ahí en ese amario hay dos colchones inchables por si alguien más se quiere quedar a dormir.
Ahí está el baño y ahí la cocina. Y eso es todo, ¿Quien se ducha primero?
-Jo, yo quiero ver el London Eye ya.
-Pues me ducharé deprisa.
-Tengo una idea.-Dije mirandole con una sonrisa y levantando las cejas- ¿Y si nos duchamos juntos? Así vamos más deprisa.
Josh sonrió.
-Me parece bien.- Me dijo cogiendome de la cintura y besandome.-Voy a por las toallas, mientras ve sacando algo de ropa de la maleta.

Así hice, fui al salón, cogí una maleta y me fui a la habitación, tumbé la maleta en tierra y la abrí, saqué unas Vans, unos shorts, una camiseta de manga corta y una chaqueta fina por si hacía fresco. Cogí la ropa interior y fui al baño a esperar a Josh.

Al rato apareció con dos toallas, se quitó la ropa y se metió en la ducha, se asomó por la cortina.

-¿Vienes?
-Enseguida.

Me quité la ropa y me metí dentro notando como el agua nos caía.
Le sonreí, cogí su cara con mis manos y lo acerqué a la mia.

-Te quiero- Dije en un susurro y le besé.

Y entre besos y bromas nos duchamos.
Salimos de la ducha y nos vestimos. Me sequé el pelo con una toalla ya que hacía algo de calor y nos fuimos al London Eye.

Ibamos caminando por la calle cogidos de la mano y dandonos besos a mitad de camino cuando queríamos.Legamos al London Eye, estubimos haciendo cola unos 10 minutos y entramos en una cabina.

La cabina empezó a elevarse hasta un punto en el que se veía todo Londres.
Sentí unos brazos rodear mi cintura y apoyar su cabeza en mi hombro.

-¿Te gusta?
-Muchisimo, pero no tanto como tú.- Me giré, nuestras narizes se rozaban, le miré a los ojos, puse mis manos en su cuello y acorté la distancia.

Cuando nos dimos cuenta la cabina ya estaba bajo y nos tocó salir. Nos dirigimos a un parque y nos sentamos en un banco.

-¿Te apetece tomar algo?
-Bueno, tengo hambre, pasan de las 14:00.
-Vamos-Dijo dandome la mano.

Ibamos caminando hasta que entramos en una cafetería llamada "Starbucks", le di un beso en la mejilla y me apoyé en su hombro. Me llevó a un sofá donde había una mesa y nos sentamos allí.

-Voy a pedir ¿Que quieres?
-No sé, lo que pidas tú.
-Vale.
-No tardes!
-No lo haré-Dijo dandome un beso.

En la mesa de detrás de mí volví a escuchar esa risa escandalosa que escuché en la radio y que tanto me sonaba. Desde que estoy en Londres no paro de escucharla ¿Me persigue?

-Ya estoy aquí- Dijo dandome un vaso caliente.
-Ahh quema!
-Normal princesa.- Me besó-Está recien hecho-Beso
-Te he echado de menos.- Dije volviendole a besar.
-¿Tanto he tardado?- Beso
-Sí- Beso
-Creo que voy a pasar del café y voy a estar aquí besandote-Beso
-Eso ya lo dejamos para casa-Beso

Josh abrió los ojos como dos platos y me reí.




******* POV

Estoy en el Starbucks a petición de cierta pesonita enamorada del Starbucks.
Mientras todos están haciendo tonterías sin parar yo doy tragos a mi bebida deseando acabarla para llegar a casa de una vez.

Acaban de entrar una pareja, ella le da un beso en la mejilla y se apoya en su brazo sonriente.

Espera, espera, espera. Juro haber visto a esa chica antes.

Sí, es ella, su pelo castaño sigue ahí, su flequillo ladeado también, sus ojos azules, su sonrisa blanca y perfecta. Es ella, sin duda es ella.¿Qué hace aquí? Desde que se la llevó su padre a ese maldito internado no he vuelto a saber nada de ella. Ni siquiera dejaron que me despidiera. Pero no está sola, está con un tío alto, moreno con ojos azules y fuerte. Supongo que me odia.

***:Tío, has visto a la de delante? Que polvo que tiene.- Dice el enano susurrandome- Que pena que tenga novio.

Le doy una colleja, la verdad un buen polvo si que tiene. Me pregunto si seguirá siendo virgen. No creo, con ese guaperas que tiene a su lado.
El tío se levanta, le da un beso y se va al baño.

***:Oye tú! Morena!- Le grita el enano, esta se gira- ¿Como te llamas?

Ella le saca el dedo corazón y se vuelve a girar dandole un último trago a su bebida.

***:Venga, prueba tú a ver si a tí te hace caso.

Me levantó y me dirijo a ella.

Yo:Hola.

***:¿Que quereis? Dejadme en paz.
Yo:¿De verdad no sabes quien soy?
***:¿Debería conocerte?
Yo:Sí, ¿No te acuerdas de mí? Soy tu hermano, Danny.
***:Yo no tengo hermanos, debes haberte confundido.

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